Wind of Change

Durante abril la volatilidad continuó como protagonista del mercado, con caídas transversales de las acciones a inicios del mes y tras las represalias de China al Liberation Day . A modo de recordatorio, posterior a la respuesta del gigante asiático, el mandatario estadounidense respondió con una pausa arancelaria a los países que no habían tomado represalias, manteniendo el 10%. Esto, en conjunto con otras señales más tranquilizadoras de parte del gobierno de EE.UU. permitió cambiar el rumbo del mercado accionario, y el índice MSCI ACWI logró anotar un desempeño positivo de 0.8% (en USD) en abril.
La recuperación se observó prácticamente en todos los mercados accionarios globales, pero fue más acentuada en las acciones tecnológicas, de manera que el Nasdaq logró revertir el desempeño negativo con el que comenzó el mes y cerró abril con un alza 1.5%, mientras que el S&P 500 bajó 0.8%. En lo que va de mayo esta especie de momentum continúa y los mercados accionarios siguen al alza, sin embargo, aún es muy preliminar para afirmar que las acciones están entrando en una tendencia positiva sostenida.
Sí hay una tendencia que es más evidente en el mercado, y es la de diversificación. Es razonable pensar que la sobre exposición a dólar y activos estadounidenses continúen desarmándose, y los mercados accionarios vuelvan a la configuración que tenían previo al “excepcionalismo” de EE.UU., gatillado por una política fiscal procíclica, la inteligencia artificial y la entrada de flujos a grandes compañías. La salida de flujos de activos estadounidenses ha sido la tendencia tanto de inversionistas del mismo país como extranjeros, como una forma de diversificar riesgo, más allá de lo que podría considerarse como un home bias (sesgo por activos de locales). En concreto, esta diversificación ha gatillado que las distintas clases de activo vayan en muchas direcciones, a veces contrarias a sus correlaciones históricas, provocando un rebalanceo de los precios relativos en el mundo. Este tariff conundrum (dilema arancelario) ha llevado al dólar a debilitarse, mientras que el oro siguió al alza en abril; y la gran pregunta es si las direcciones de estos movimientos continuarán hacia adelante.
Con respecto a lo económico, el PIB del primer trimestre de EE.UU. anotó una contracción de 0.3% trimestral anualizado, el primer registro negativo desde 2022. Sin embargo, el adelanto de importaciones en este contexto de incertidumbre comercial fue el gran responsable de esta contracción y no necesariamente los siguientes trimestres continuarán con esta tendencia. Los datos de confianza siguen en terreno pesimista, anticipando una desaceleración económica, pero los reportes corporativos del primer trimestre muestran crecimiento en ventas y utilidades, y sorpresas positivas. Sin embargo, las perspectivas son a la baja, y las proyecciones de crecimiento de utilidades para EE.UU. se han corregido desde ~15% hasta ~10% para este año.
Si bien las perspectivas económicas son menos positivas, la visibilidad continúa escasa, lo que conversa con la última reunión y comunicado del Banco de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), en el que se afirma que ahora los riesgos para la inflación y la tasa de desempleo están sesgados al alza. De esta manera, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) decidió mantener el rango de tasas de referencia entre 4.25% y 4.50%, en línea con lo esperado por el mercado, con un tono algo más hawkish , y declaraciones del presidente del Fed afirmando que no hay necesidad de apurarse en el proceso de bajas de tasas y que la creación de empleo que se mantiene en “buena forma”.
Durante abril, la volatilidad de las tasas de interés de los bonos del Tesoro norteamericano se mantuvo elevada, y el MOVE -que mide la volatilidad implícita en la curva de tasas de los bonos del tesoro- se ubicó sostenidamente sobre los 100 puntos. En abril, la tasa de interés del bono del Tesoro a 10 años bajó transitoriamente a menos de 4.00%, luego subió ~50 pbs., y cerró el mes con una baja punta a punta hasta 4.16%.
Hacia adelante, las perspectivas para los bonos son inciertas. El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, señaló el 4 de julio como fecha objetivo para llevar a cabo la agenda tributaria del gobierno, que a grandes rasgos contempla la continuación de los menores impuestos corporativos, y eventualmente una rebaja más allá de los niveles actuales. A su vez, Bessent advirtió que el país se aproxima al límite de endeudamiento federal (debt ceiling), momento en que el Tesoro dejaría de contar con liquidez suficiente para cumplir puntualmente con todas sus obligaciones. Ambos acontecimientos presionarían las tasas de interés al alza y mantendrían la volatilidad elevada.
A pesar de que en escenarios de alta volatilidad la historia muestra que es más rentable mantenerse completamente invertido en el mediano plazo (1 o 3 años, por ejemplo), en el corto plazo la caja sigue ofreciendo un yield atractivo y superior al 4%, lo que la transforma en un activo atractivo dada la poca visibilidad del mercado. En este contexto, en mayo se decide mantener la subponderación en acciones y renta fija, conservando una posición en caja. En la cartera accionaria, se mantiene la preferencia por acciones emergentes sobre desarrolladas, neutralizando las subponderaciones en Europa y Reino Unido, financiadas con un underweight en acciones estadounidenses del estilo Value y Small Caps.
El mes de mayo se realizó la actualización de nuestra asignación estratégica de activos (benchmark con el que se compara el portafolio).
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