Outlook Global 2022 There is nothing for you here: Finding opportunity in the 21st century
Se acerca el 2022, sucesor de los años de la gran cuarentena (2020) y de la gran recuperación (2021). Un período marcado por la pandemia de covid-19, evento histórico comparable a las guerras mundiales, entre otros, que marcan la historia de la humanidad, y aún en desenlace. La única certeza es que el mundo cambió en todo ámbito y para siempre producto de la naturaleza del shock que sufrió y del momento histórico en que éste sucedió.
Tomando lo que fue nuestra visión y escenario base para 2021, en éste se consolidó la recuperación y llegó al peak de este ciclo económico gracias a los masivos estímulos monetarios y fiscales implementados. Las tasas de interés se mantuvieron bajas y las condiciones financieras favorables, y el despliegue de vacunas impulsó fuertemente la demanda reprimida por los confinamientos, a pesar del surgimiento de variantes, pues se logró mantener la pandemia bajo control.
Para fines de 2021, seguimos favoreciendo la renta variable, reduciendo la exposición para cuidar la rentabilidad del año. La economía global sigue creciendo sosteniblemente a pesar de la desaceleración; las tasas de interés suben gradualmente; la inflación seguirá “pegajosa” pero no disruptiva y cedería hacia el segundo semestre del próximo año; y la pandemia estaría está bajo control, encaminándose a convertirse progresivamente en algo endémico.
Es clave la selectividad, dadas las alzas en algunos mercados accionarios en los dos últimos años: monitorear dónde queda valor entre ellos y qué activos rezagados están a precios atractivos. No obstante, la volatilidad prevalecerá, dado el desafiante y desconocido desenlace de la situación actual, por lo que se aumenta la asignación a monedas de refugio (yen) y caja, mientras se mantiene la asignación en oro. En renta fija hay escaso valor, por lo que nos mantenemos subponderados y dentro de ésta favorecemos los productos de spread como bonos emergentes y high yield.
En la medida que avance el año la cartera deberá ajustarse a la evolución del crecimiento económico y de las utilidades corporativas. Asimismo, se debe prestar atención a los fundamentos macro y corporativos, en medio de un alto nivel de endeudamiento gubernamental y los desequilibrios que generaron los masivos estímulos monetario y fiscal y la capacidad de los países de resolverlos.
[1] No hay nada para ti aquí: Encontrar oportunidades en el siglo 21. Libro de Fiona Hill, historiadora, politóloga y asesora política de los presidentes George Bush, Barak Obama y Donald Trump en asuntos externos.
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