La insoportable hipersensibilidad de los mercados
Los mercados financieros muestran para lo corrido del año, luego de altísima volatilidad y violentos movimientos en los precios de los activos en agosto pasado, rentabilidades positivas tanto para las acciones como para la renta fija en la mayoría de los casos. Se está registrando una altísima sensibilidad de los precios de los activos financieros a los datos y publicaciones que producen fuertes movimientos que reflejan sobrerreacciones y la mayoría de las veces se corrigen también con una rapidez inusual.
Este año, septiembre marca (i) el fin de las vacaciones de verano en el hemisferio norte, (ii) la casi certeza que el Fed comience a recortar la tasa de interés en su reunión del 18 de septiembre próximo y, (iii) mayor intensidad de la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas en Estados Unidos del 5 de noviembre próximo.
La economía norteamericana registra una desaceleración coherente hasta el momento con un aterrizaje suave o soft landing: menor dinamismo en el mercado laboral al igual que en el sector servicios y la inflación sigue cediendo gradualmente. Esto llevó a que suban las expectativas en el número de bajas de la tasa de referencia de aquí a fin de año a más de cuatro bajas de 25 puntos base, lo cual actualmente parece excesivo. La debilidad de los datos de empleo y servicios generó cambios bruscos en el sentimiento de mercado, a pesar de que hasta el momento sigue vislumbrándose crecimiento, sólo que menos dinámico.
El ajuste monetario está alcanzando uno de sus objetivos, pues la inflación ya es de 3% anual y se encamina hacia el objetivo de 2% anual para alrededor de fines de 2025. En la medida que se desacelera la economía en este contexto, aumenta el riesgo de un error de política que deteriore significativamente el mercado laboral, cuya estabilidad es el segundo objetivo del Fed.
Respecto de la campaña electoral en Estados Unidos, la carrera entre los candidatos Harris y Trump sigue muy estrecha según las encuestas, lo que hace predecir que el resultado será por un bajo margen y lo más probable es que lo mismo suceda en el caso de la Cámara de Representantes y el Senado. Una vez más serán los denominados “swing states” que no son claramente de tendencia demócrata o republicana y han registrado históricamente resultados a favor de uno u otro partido en diferentes elecciones, los que serán determinantes del resultado final.
En el caso de la segunda economía del mundo, China, no se espera pueda aportar con dinamismo a la economía global como en ocasiones anteriores. Internamente la economía no logra despegar y las medidas de estímulos económicos de parte del gobierno claramente no han sido suficientes. Por otra parte, en periodo de campaña eleccionaria en Estados Unidos, se puede exacerbar la guerra comercial, a lo que se suman restricciones que enfrenta desde aliados de ese país.
Más allá que estacionalmente septiembre suele ser el mes históricamente más débil para las acciones estadounidenses (S&P 500), las fuertes y rápidas variaciones observadas en los precios de los activos el mes pasado dan cuenta de ciertos signos de stress en los mercados. A ellos se suma que las valorizaciones en general para las acciones de Estados Unidos lucen altas. Pero también cabe mencionar que los resultados corporativos al segundo trimestre han crecido de manera saludable y sorprendido positivamente.
En cuanto a esto, se han comenzado a ver más sorpresas positivas en sectores más allá del tecnológico y de telecomunicaciones que son los que vienen liderando y concentrando también las alzas de los precios accionarios desde hace más de un año. En este sentido, en lo que al desempeño de la bolsa se refiere, en el último mes y medio se registra una rotación en el liderazgo de las alzas en acciones fuera de esos sectores.
Las implicancias de lo anterior en la asignación de activos es que se favorece la renta fija (50%) por sobre las acciones (45%) en un portafolio multiactivo global balanceado, manteniendo una porción en caja (5%).
Dentro de la renta variable se favorece acciones estadounidenses estilo value y asiáticas ex China entre otras posiciones menos marcadas en Europa, Reino Unido y América Latina. En bonos se favorece la asignación en la mitad (belly) de la curva de rendimientos (yield curve) y en renta fija emergente.
Ver Informe Completo