Una serie de eventos desafortunados
El regreso de las vacaciones de verano del hemisferio norte fue acontecido, gracias a una serie de eventos y temas económico-financieros que presionaron los mercados. A una economía global que avanza en la recuperación de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial producto de la pandemia de covid-19, se sumaron la crisis energética global, interrupciones en las cadenas de abastecimiento en variados sectores, presiones inflacionarias, el default de Evergrande (inmobiliaria china) y la discusión política en Estados Unidos del límite de la deuda, lo que es siempre un tema de esta época del año.
De ahí que el mes pasado fue el peor septiembre para los mercados accionarios desde 2011, cuando se vivía la crisis de deuda europea. Las acciones globales (ACWI) y el S&P 500 cayeron 4.2% y 5%, respectivamente, en dicho mes.
¿En qué pie comienza el último trimestre de 2021? La economía global sigue creciendo vigorosamente, a pesar de haber pasado ya el peak de la recuperación y que se vería una moderación en las tasas de crecimiento. Los soportes de la actividad están vigentes y son potentes: estímulos monetarios y fiscales sin precedentes, que permiten, primero seguir empujando en el corto plazo y, en segundo lugar, proveerían de fuentes de crecimiento de más largo plazo. Además, se agrega un tercer factor, la revolución digital y megatendencias, que aumentan la productividad y generan cambios estructurales en todos los ámbitos, lo que lleva a una nueva forma de funcionamiento del mundo y suma posibilidades de desarrollos que contribuyen a un “nuevo” crecimiento.
Inflación
Las presiones crecientes en precios que se observan se deben a una mayor demanda, escasez de varios insumos y productos, y aumentos en los precios de las materias primas. Si combinamos esto con una moderación del crecimiento, como lo mencionamos en el párrafo anterior, que además podría gatillar alzas en las tasas de interés, surge la palabra estanflación, término económico para denominar un escenario de estancamiento económico e inflación. Una palabra excesiva para lo que está pasando, ya que la economía global aún crece de manera robusta y no hay un espiral inflacionario fuera de control.
La reflación que se originó de la recuperación económica se ha exacerbado por las interrupciones en las cadenas de abastecimiento y escasez, entre las que resalta la de la energía que desencadena alzas de precios en múltiples productos. Y no es la única materia prima en que se ha visto esto. La naturaleza de estos últimos componentes de la inflación, lucen más como shocks que apuntan a un fenómeno transitorio o cíclico, lo que no implica que no se prolongue por algunos meses más. Las alzas en precios alcanzarían su máximo hacia fines de este año y la inflación debiera regresar a su nivel ancla a mediados de 2022, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tasas de interés
El Fed de Estados Unidos ya anunció y -junto al resto de bancos centrales del mundo están tratando de comunicar lo más eficientemente- que se tomará la dirección hacia una gradual normalización monetaria. Algunos entes emisores de países desarrollados y emergentes, considerando también factores domésticos, comenzaron ciclos de alzas de tasas. En casos como Estados Unidos y Europa, y en ese orden, se comenzará por retirar la liquidez de los programas de estímulos monetarios no convencionales (tapering) y si ello se da “suavemente” y las condiciones económicas lo permiten se comenzaría a subir las tasas de interés.
Las tasas de mercado en Estados unidos, si bien han tomado una trayectoria al alza, coherente con la etapa del ciclo, se está dando de manera paulatina. Es clave para la sostenibilidad de la economía global que la inflación y las tasas de interés suban gradualmente. Y hasta el momento este es nuestro escenario base.
Crisis energética y escasez
La logística post cuarentenas, la menor producción durante ellas, el salto de la demanda por materias primas y productos varios, y fenómenos climáticos vienen produciendo interrupciones en las cadenas de abastecimiento mundiales. Esto se da desde materias primas, pasando por vehículos, containers, microchips hasta productos de lujo. Los índices de precios de fletes en el mundo son el mejor reflejo de ello, registrando hasta 200% de aumentos en lo corrido del año.
Las soluciones a la crisis energética y las escaseces no van a ser inmediatas y el reacomodo de la actividad global a esta reapertura y normalización toma tiempo. Van a haber planes de alivio de corto plazo, como los esfuerzos de Estados Unidos y Rusia para estabilizar el mercado de la energía, y en el mediano y largo plazo replantear la transición a energías renovables de tal forma que en el futuro sean capaces de satisfacer la demanda en etapas de mayor expansión económica y adaptarlas a los nuevos fenómenos climáticos.
China y Evergrande
El gigante asiático estuvo adelantado en todos los ciclos relacionados a la pandemia, recuperándose antes y el primer semestre de este año comenzando un ciclo restrictivo de política monetaria para evitar un sobrecalentamiento.
Desde noviembre del año pasado, el gobierno viene interviniendo de diferentes maneras en las empresas tecnológicas y digitales con el objetivo de no permitir que sigan creciendo y aludiendo prácticas monopólicas. A ello se sumó la intervención en el sistema de educación virtual y estableciendo varias regulaciones en diferentes ámbitos en que participan en sectores a través de aplicaciones, plataformas tecnológicas y similares. Además, también utilizando en ciertos casos campañas comunicacionales, como en el caso en contra de la industria de los video juegos.
Lo más reciente, el default de Evergrande, la segunda inmobiliaria más grande de China, y con el mercado preguntándose si este sería el “momento Lehman” de ese país y si ello podría generar riesgo sistémico. Pero Evergrande y Lehman tienen diferencias y son de naturaleza distinta: Evergrande representa un problema financiero, Lehman era el producto de un reventón inmobiliario. Asimismo, el gobierno chino no permitirá un desenlace desordenado del default de Evergrande y este evento no es una “sorpresa” impensable, pues las autoridades venían presionando al sector inmobiliario para evitar burbujas hace más de seis meses, lo que aceleró que el stress financiero de Evergrande se convirtiera en una crisis de solvencia. Si bien Evergrande es la segunda inmobiliaria más grande de ese país, dicho sector es muy fragmentado y no representa una magnitud que per se debiera generar riesgo sistémico.
Sí es importante y necesario en la etapa que se encuentra la economía china, que el banco central de este país aumente la fuerza de un ciclo monetario expansivo.
Seguimos favoreciendo las acciones relativo a los bonos por (i) el crecimiento sostenible (a pesar de la desaceleración que se registraría), (ii) inflación de carácter cíclico, (iii) tasas de interés aún en niveles bajos o reales negativas que subirían gradualmente y (iv) fundamentos corporativos saludables donde hay activos de riesgo con valor. Dados que sí hay riesgos inflacionarios y de alzas de tasas de interés se favorece también tomar posiciones de cobertura ante ellos.
[1] Colección de 13 libros escrita por el autor estadounidense Daniel Handles, que fue llevada al cine y luego a la televisión, con una película y una serie, respectivamente.
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