¿Complacencia o euforia (selectiva)?
Los mercados accionarios siguieron subiendo en febrero y entrado marzo, reflejando un momentum robusto que se traduce en cuatro meses seguidos de alzas en los precios. Las bajas esperadas en las tasas de interés, resultados corporativos favorables y comentarios más dovish 1 de personeros del Fed (Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos) alimentaron un ambiente risk-on (propenso al riesgo) en los mercados financieros globales. Cabe destacar, sin embargo, que las alzas siguen estando muy concentradas en empresas del sector tecnológico.
¿Se están escapando las valorizaciones hacia niveles exorbitantes? Así como existen divergencias en el desempeño, también las hay a nivel de valorizaciones según sectores, estilos y países. Pero, aunque ciertos precios se ven ajustados, en ningún caso llegan a niveles previos al reventón de la burbuja tecnológica de principios de los 2000.
La inflación en Estados Unidos se modera gradualmente, con señales mixtas. Por un lado, el indicador de actividad ISM de servicios, por ejemplo, se desaceleró en febrero respecto de enero y las órdenes a fábricas cayeron en enero más de lo esperado. Pero por el otro, la creación de empleo sigue sorprendiendo al alza, el componente shelter (relacionado a rentas inmobiliarias) del índice de precios se mantiene alto y los salarios por hora siguen aumentando a un ritmo de más de 4% al año.
Finalmente, todo desemboca en que el factor determinante para el mercado son las tasas de interés de Estados Unidos: cuándo y cuánto bajarían. La divergencia entre las expectativas de bajas de las tasas de interés de mercado y el Fed se estarían alineando hacia lo que ha estado mostrando el dot-plot2 , cuya actualización será publicada el próximo 20 de marzo. Todo lo anterior sigue manteniendo una alta volatilidad en las tasas de interés. Por el momento se espera el primer recorte se concrete entre junio y julio próximo.
El escenario de un soft landing o aterrizaje suave de la economía estadounidense se consolida, con un telón de fondo de tasas de interés que bajarían muy gradualmente y -por el contrario- una política fiscal que seguirá manteniéndose expansiva. Más aún en un año eleccionario para Estados Unidos, en el que hasta el momento se vislumbra que el republicano Donald Trump ganaría. Qué vendría cuando asuma el mando, aún es prematuro proyectarlo, pero sí una señal de cautela porque hay factores no menores de política y geopolítica presentes (aunque los mercados se han abstraído de ellos en los últimos meses).
Como se mencionó, los mercados están mostrando propensión al riesgo, y la revolución digital e Inteligencia Artificial (IA) están muy presentes. A pesar de que sus efectos en la productividad no son medibles aún, sí dan soporte a los precios accionarios. Primero, porque los resultados de ciertas tecnológicas parecen imparables por razones con sustento en fundamentos y muestra de ello es que siguen sorprendiendo positivamente. En segundo lugar, que la creciente inversión/capex en tecnología en todos los sectores podría generar saltos transformacionales en eficiencia transversales en el sector corporativo.
Las valorizaciones accionarias no lucen baratas, y el premio por riesgo sigue arrojando una ventaja de la renta fija sobre las acciones como alternativa de inversión. No obstante, el uso de este indicador genera ciertas aprehensiones: (i) podría estar subestimando el potencial crecimiento de las utilidades corporativas en el mediano y largo plazo; (ii) históricamente no ha sido un predictor eficaz del desempeño de las bolsas y; (iii) actualmente la renta fija es un mercado con alta volatilidad en el que recientemente el ajuste de los productos de spread les ha restado algo de atractivo.
Dada la robustez del momentum económico y de mercado, pero -por otro lado, un nivel alto de incertidumbre en cuanto a la inflación y por ende hacia dónde irían las tasas de interés y su alta volatilidad- para marzo se favorece una postura neutral en acciones, se sub pondera la renta fija y se sobre pondera caja.
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1Dovish en jerga financiera significa la postura de un banco central que muestra un sesgo hacia bajas en las tasas de interés.
2Dotplot: Gráfico que muestra los “puntos” en cuanto a fecha y nivel de tasas de interés de los diferentes miembros del Comité de Política Monetaria de EEUU (FOMC)