Argentina: Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO)

Ayer domingo 12 de septiembre, el electorado argentino concurrió a la votación de las primarias legislativas obligatorias (PASO), de cara a las elecciones de medio término del 14 de noviembre próximo. Las PASO sirven como una muy buena encuesta de la intención de voto debido a su carácter de obligatorias, y han sido de extrema relevancia en cuanto a las elecciones presidenciales – un ejemplo son las primarias de 2019, donde el público mostró una falta de apoyo a la gestión del expresidente Macri, en lo que terminaría siendo su derrota contra el actual presidente Alberto Fernández.

Las PASO se llevaron a cabo en medio de un escenario complejo de alta inflación (superior al 50% interanual) y pandemia, los cuales son factores que generalmente han resultado en un bajo apoyo para los candidatos de coaliciones incumbentes. Cabe destacar, además, que la pandemia ha golpeado las tasas de participación en las últimas elecciones en LatAm, especialmente en Perú y México, lo cual se pudo observar también en Argentina, con la participación registrando un históricamente bajo 68%.

En este contexto, si bien se anticipaba un peor resultado electoral de la coalición de gobierno (Frente de Todos) en relación con las elecciones en las que resultó electo el presidente Alberto Fernández, las votaciones entregaron una magnitud de derrota superior a lo anticipado para el oficialismo.

De esta manera, si bien las elecciones de noviembre no son tan relevantes en términos de políticas públicas en general, no deja de ser cierto que podrían crear desafíos importantes para la actual administración. Así, cobra fuerza el escenario de que la oposición gane la mayoría en ambas cámaras del congreso y pueda bloquear reformas u otras iniciativas del ejecutivo, incluso pudiendo iniciar posibles investigaciones en contra del gobierno. Como es posible observar en el mapa de la izquierda, resulta evidente el voto de protesta contra el manejo del presidente Fernández, el cual perdió terreno contra la oposición a nivel nacional y, más importante, en la Provincia de Buenos Aires, un bastión histórico del peronismo, que vio su apoyo desplomarse desde un 49.4% en 2019 a un 33.6% en la última votación, dejándolos 5% por detrás de la oposición que recibió un sorprendente 37.9% de los votos.

Con esta derrota, los activos argentinos reaccionaron de manera positiva, alcanzando en el caso de la renta variable un alza de más de 10% en el índice accionario Merval al comienzo de la jornada de hoy, y en el caso de la renta fija los bonos llegaron a sus niveles más altos desde fines del año pasado, lo cual se fue moderando durante el día.

Como punto aparte a considerar, las elecciones también mostraron un número interesante de casos de voto anti-establishment de la mano del candidato externo Javier Milei. El mediático economista recibió un 13% de los votos en la ciudad de Buenos Aires bajo una plataforma libertaria sin experiencia política previa. Lo anterior, da también una clara señal del grado de descontento de la ciudadanía respecto no sólo al actual gobierno, sino también al manejo político del país como un todo.

En el caso de que el resultado de las PASO se repita en noviembre, el gobierno podría perder gran parte de su capital político para la segunda mitad de su mandato, traducido, como se mencionó anteriormente, en la pérdida de la mayoría en ambas cámaras del congreso, lo que dificultaría el impulso de reformas controversiales, especialmente una reforma judicial. Si la votación se diera como en las primarias, la posición de la coalición de gobierno en el senado se reduciría de 41 senadores a sólo 35 de los 72, mientras que en la cámara baja, el Frente de Todos terminaría con cerca de 117 asientos (desde 129), lejos de la mayoría que buscaban obtener.

Si bien es cierto que las primarias sirven como una encuesta a nivel nacional de lo que serán las elecciones en noviembre, es bastante clara la derrota del gobierno. La Casa Rosada probablemente intente revertir parte del resultado mediante un plan de emergencia cuyo pilar sea el gasto social, lo que eventualmente pueda mejorar las perspectivas para el Frente de Todos, aunque una reversión de la tendencia clara de castigo hacia los incumbentes luce poco probable. Con todo, si la oposición lograse ganar los escaños para limitar el actuar del gobierno, aún es difícil dilucidar un escenario optimista en el cual se entreguen soluciones en el corto plazo para la debilidad macroeconómica que el país sufre en la actualidad.