Es miembro y fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a la vez de ser el segundo mayor productor del crudo (12%) y principal exportador a nivel global (~13-15%). A su vez, es el principal país del índice accionario del bloque Europa, Oriente Medio y África (MSCI EMEA), con un peso ~33%, mientras que representa ~4% de las acciones emergentes a nivel mundial (MSCI Emergente). 

Una economía que depende del petróleo 

La economía saudí es altamente dependiente del petróleo y sus derivados; ~40% del PIB está relacionado con la industria (aunque ha disminuido en la última década) y más del 70% de las exportaciones del país. A mediados de 2023, el país implementó una política de recorte de producción de petróleo para dar soporte al precio del commodity , la que estará vigente durante todo el primer trimestre y podría extenderse de ser necesario. Si bien el PIB del último trimestre de 2023 se contrajo 3.7% interanual, el no petrolero creció 4.6% y durante 2023 la actividad económica cayó 0.9% anual, afectado por los recortes de producción petroleros. A su vez, el Fondo Monetario Internacional corrigió a la baja la proyección de crecimiento de la economía para este año a 2.7% (vs. 4% proyectado en octubre) a raíz de los recortes de producción, de igual modo el mercado incorporó dicha desaceleración de crecimiento.