Too early to tell

Durante mayo, las acciones globales extendieron las alzas de abril, subiendo 5.5% en el mes -MSCI ACWI-. Se exacerbó el momentum positivo de las acciones estadounidenses tipo growth, y el Nasdaq subió un 9% en mayo. El mercado europeo siguió subiendo (USD 4.0% en el mes el Stoxx 600), al igual que Asia, mientras que en América Latina el desempeño se desaceleró y el mercado accionario subió 0.9% en dólares.
En el escenario global, continuaron bajando los ruidos comerciales y si bien las tensiones se mantienen, los escenarios más riesgosos se vuelven menos probables. Lo anterior permitió que el mercado accionario acentuara sus alzas y que disminuyera la volatilidad de los mercados accionarios y de bonos.
A pesar de la menor volatilidad, las tasas de interés fueron las protagonistas, y el mayor ruido fiscal proveniente de la “One, Big, Beautiful Bill” (OBBB en adelante) y la eventual negociación del límite de endeudamiento federal (debt ceiling), impulsaron las tasas largas de los bonos del Tesoro estadounidense al alza. En este sentido, la tasa del bono del Tesoro de 30 años cerró sobre 5% por 3 días consecutivos durante mayo, para ceder las últimas dos semanas y cerrar el mes en 4.93% (+25 pbs. en comparación al cierre de abril).
Todo lo anterior llevó a disminuir el apetito de los inversionistas globales por los papeles de mayor duración alrededor del mundo, lo que puede situar a EE.UU. en una situación fiscal más compleja en el horizonte próximo. Tras la aprobación del debt ceiling, que se espera sea en julio, el gobierno de Trump deberá financiar el déficit que la oficina del Presupuesto del Congreso (CBO en adelante) proyecta se mantenga ~6% del PIB a 2035.
Por el lado de datos económicos, la economía norteamericana pierde momentum y los datos comienzan a mostrar algo de desaceleración. Si bien la creación de empleo no agrícola en mayo sorprendió al mercado (139 mil nuevos puestos de trabajo), el registro conllevó una revisión significativa a la baja de los meses anteriores, restando 95 mil empleos entre abril y marzo. Hacia adelante, datos económicos más magros significarán una fuerza en sentido contrario a los ruidos fiscales, favoreciendo un escenario de tasas más bajas. Sin embargo, en el corto plazo, es probable que la compleja situación fiscal no logre ser compensada por la publicación de datos económicos que decepcionan, y las perspectivas para la renta fija sean negativas.
Por el lado de las tensiones comerciales, no se han logrado grandes acuerdos, pero el mandatario estadounidense ha mantenido una comunicación continua con sus pares de China, México y Europa, aun cuando a este último amenazó con subirle los aranceles a 50%, además de duplicar los impuestos al acero y aluminio hasta 50%. Hacia adelante, cómo se medien las relaciones entre los tres grandes protagonistas del conflicto comercial será determinante en las fluctuaciones de los mercados globales, y eventuales disputas podrán traer nuevas fuentes de volatilidad.
La tendencia de diversificación fuera de EE.UU. ha extendido la debilidad del dólar. La debilidad del dólar aumenta el poder adquisitivo del resto del mundo, y gatilla alzas en los precios de commodities, que en el escenario actual se han concentrado en los metales industriales y los soft commodities. La historia nos muestra que, en este tipo de situaciones, mercados accionarios de regiones emergentes exportadoras de esta clase de materias primas se favorecen, como Latinoamérica.
América Latina luce como la región con fundamentos macroeconómicos y políticos más firmes. Con un intenso calendario electoral entre este año y el próximo, las encuestas apuntan a giros hacia gobiernos más promercado. Por su parte, las proyecciones de crecimiento se han mantenido relativamente estables y se prevé que el PIB de la región mantenga su velocidad de expansión a lo largo de este año, exceptuando una desaceleración acentuada en México. El mercado espera que los bancos centrales continúen con los recortes de tasas de interés hacia adelante, y el rezago accionario de largo plazo se condice con valorizaciones que siguen luciendo atractivas.
De esta manera, y a nivel del portafolio accionario balanceado entre acciones y bonos, se decide mantener la posición en caja, que sigue pareciendo una clase de activo atractiva para “esperar y ver” cómo evolucionan el conflicto comercial y la situación económica global. A su vez, se mantiene la leve subponderación en renta variable, siendo más pronunciada en renta fija. En junio, se decide acentuar la preferencia por acciones emergentes por sobre desarrolladas, asignando una mayor proporción del portafolio en América Latina, dados sus fundamentos. Por su parte, se toma una leve sobreponderación en acciones estadounidenses tipo Growth, donde se ha concentrado el retorno del momentum accionario. En la cartera de bonos, se mantiene el corto en duración, ante la presión que pueden seguir sufriendo las tasas largas en medio de ruidos fiscales. Se deja la cartera sin exposición a oro, que perdió momentum ante la disminución de los ruidos geopolíticos en mayo, y que muestra ciertas señales de agotamiento del rally exhibido en el año.
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