Argentina: El gobierno reprueba en las elecciones legislativas
El domingo 14 de noviembre pasado se llevaron a cabo las elecciones parlamentarias en Argentina. El peronismo instalado en el ejecutivo, encabezado por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, perdió mayoría en el Senado por primera vez desde 1983. En la Provincia de Buenos Aires, el gobierno se las arregló para aumentar su apoyo en 5% respecto de las elecciones primarias, llegando a un empate técnico con la oposición. Pero a nivel de provincias la derrota fue contundente.
En un ambiente complicado por una inflación galopante (más de 50% anual) y la pandemia las elecciones legislativas arrojaron una evidente caída en el apoyo al gobierno. La situación sanitaria también afectó porque se da una menor participación de la población (71%); no obstante, ésta aumentó respecto de las primarias (68%), pero sin alcanzar el promedio histórico de 75%.
A pesar de que estas elecciones son menos relevantes en términos de la política que adopta el gobierno, los resultados de noviembre llegan luego que las elecciones primarias llevaran a un cambio de gabinete que favoreció al ala más radical del peronismo.
A nivel nacional, la pérdida de apoyo del oficialismo fue mayor; en las elecciones presidenciales del 2019 ganaron en 19 provincias, y en esta ocasión retuvieron sólo 9 de éstas. Si ello se combina con los resultados de la Provincia de Buenos Aires, el resultante es que el peronismo queda con 38% del Senado y la oposición con un 39%.
Como es fenómeno común a nivel global en los últimos años, las elecciones legislativas en Argentina reflejaron también un voto antisistema. Éste se materializó en el significativo aumento de votos de Javier Milei, un economista poco convencional y sin experiencia política que obtuvo el 17% de los votos en Buenos Aires al alero de un movimiento libertario.
El gobierno queda en una situación complicada para la segunda mitad de su mandato, ya que perdió 5 puestos en el Senado, quedando en 35, por debajo de los 37 requeridos para tener quorum. De acuerdo con las elecciones, su posición en el Senado se redujo de 41 a 35 senadores de un total de 72, lo que desafía su agenda legislativa y le da ventajas a la oposición.
Las próximas semanas serán clave para Argentina, ya que el presidente Alberto Fernández tendrá que debatirse entre el ala más radical de su gobierno, representada por la vicepresidenta Cristina Fernández y una oposición empoderada.
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