The Fed Throne

Julio estuvo marcado por una serie de eventos monetarios, fiscales y comerciales que definieron el rumbo de los mercados globales, destacando especialmente los enfrentamientos entre Trump y Powell, que captaron la atención de los inversionistas. El riesgo de que el presidente de EE.UU. remueva al presidente del Fed es bajo, dado que necesita razones de peso y justificables. Powell liderará el Banco de la Reserva Federal hasta mayo de 2026, fecha en la que deberá ser reemplazado por una propuesta presidencial.
Además de las presiones del ejecutivo sobre la autoridad monetaria, tuvimos el despido de una alta funcionaria del Bureau of Labor Statistics tras la publicación de los datos de empleo de julio. Durante dicho mes, la creación de empleo no agrícola decepcionó ubicándose en 73 mil, en tanto un nuevo factor de ajuste estacional llevó a la corrección de periodos anteriores, restando 238 mil puestos de trabajo en los dos meses previos. Esto llevó al mandatario estadounidense a acusar a la despedida de manipular los datos, y pone en duda la fortaleza institucional en la economía más grande del mundo.
Si bien el dato de empleo decepcionó al mercado, no es un dato alarmante y sigue sugiriendo que EE.UU. funciona sin grandes desequilibrios macroeconómicos. Lo anterior, llevó al Fed a mantener el rango de tasas en su reunión de julio, tal y como era esperado, y a entregar un mensaje más hawkish . Adicionalmente, dos de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) optaron por reducir las tasas; desde 1993 no veíamos que dos miembros del FOMC emitieran votos disidentes. Tras los datos de empleo, se internalizan dos bajas para este año, causando un empinamiento adicional de la curva de tasas de interés.
La falta de desequilibrios macroeconómicos se ha observado también en la temporada de reportes corporativos del segundo trimestre. Las compañías han logrado -nuevamente- manejar las expectativas de los analistas y los resultados vuelven a sorprender. Hasta hora, 91% de las compañías del S&P ha publicado sus reportes del segundo trimestre, mostrando tanto crecimiento como sorpresas positivas en ventas y utilidades. Al igual que lo observado en años anteriores, las Magnificent 7 siguen liderando en cuanto a crecimiento de utilidades y en general las compañías no declaran grandes interrupciones en su operación producto de los aranceles. Sí destaca el creciente gasto en inteligencia artificial que están realizando las compañías para hacer más eficientes sus procesos. Aún queda por descubrir las ganancias en productividad que este factor puede generar.
El tema fiscal va a seguir presente en los mercados globales, impactando más que todo a la renta fija. El presidente Trump ha dado señales respecto del interés que tiene de recaudar mayores ingresos fiscales, para que hasta cierto punto lo expansivo de la One Big Beautiful Bill pase desapercibido. Es así como celebró el aumento de la recaudación fiscal por aranceles hasta USD 136 bn en lo corrido del año fiscal hasta julio. A fin de cuentas, todo parece ser un auténtico Money Game.
Los acuerdos comerciales fueron otro de los principales drivers del mercado durante julio. De manera generalizada, los acuerdos alcanzados entre EE.UU. y una serie de países finalizaron con tasas por debajo de las amenazas iniciales, entregando soporte a algunos mercados accionarios como Japón y Europa. Sin embargo, en ambos casos el buen desempeño de las bolsas fue transitorio y retomaron sus tendencias a la baja cerrando julio con retornos negativos en dólares.
Los acuerdos fueron con tasas de aranceles desde 15% hacia arriba, y algunas de las economías cuyas situaciones terminaron siendo más desafiantes que las amenazas iniciales fueron Suiza, India y Brasil; estos últimos dos son importantes miembros de los BRICS. En el caso de Brasil, las amenazas iniciales tuvieron una motivación netamente política, acusando de un juicio injusto al expresidente Jair Bolsonaro, entre otras cosas. El mercado accionario y el real brasileros fueron ampliamente castigados durante julio, en una situación en la que -con la información más reciente- casi 700 bienes exportados por Brasil a EE.UU. quedan exentos de aranceles, y el impacto económico de las medidas sería acotado. Los fundamentos macroeconómicos de Brasil se mantienen intactos.
El momentum del mercado accionario en EE.UU. no se vio interrumpido en julio, a pesar de la serie de eventos y disrupciones que enfrentó. Las empresas de mayor capitalización bursátil siguieron liderando los retornos y se hace difícil luchar contra este buen desempeño. Es por esto que para agosto se decide neutralizar la subponderación en acciones, disminuyendo la sobrexposición en caja. A su vez, se duplica la preferencia por acciones estadounidenses del tipo Growth , reafirmando la convicción en esos activos. Por el lado de bonos, se mantiene la subponderación, reconociendo que las tasas pueden ser la mayor fuente de volatilidad por los persistentes ruidos fiscales e institucionales.
Ver Informe Completo